Sí, aunque no creas puedes verte en la «encrucijada de tener que elegir entre dos ofertas de empleo.
Ahora me dirás que eso no me pasará nunca, pues querida/o mía/o esto es la ley de Murphy, si puede suceder, sucederá, por tanto deberías prepararte para, al menos, hacer una buena elección inicial (lo que pase ya luego, ya se sabe, es como un melón, no lo sabes como es hasta que lo abres, qué prosaica la metáfora, el nivel desciende por momentos).
¿Qué he de hacer para elegir entre dos puestos de trabajo?
1. Haz una lista de valores y/o preferencias. ANÁLISIS.
(Sí, lo sé soy muy fan). Pues eso, cógete un Excel, una libreta, un app que tel haga y ponte manos a la obra.
Si aún no sabes lo que quieres o cuál es tu trabajo preferido, ya he hecho el trabajo y te dejo este test.
2. Compara ambas ofertas. COMPARACIÓN.
Te dejo un ejemplo y vamos a ver más detenidamente cada aspecto:
OFERTA A | OFERTA B |
---|---|
Salario fijo | Salario fijo |
Salario variable | Salario variable |
Tipo de contrato | Tipo de contrato |
Horas | Horas |
Horario | Horario |
Desplazamiento | Desplazamiento |
Cambio de residencia | Cambio de residencia |
Viajes de trabajo | Viajes de trabajo |
Plan de desarrollo y formación | Plan de desarrollo y formación |
Beneficios sociales | Beneficios sociales |
Valores de la compañía | Valores de la compañía |
Reputación de la compañía | Reputación de la compañía |
Políticas igualdad, maternidad | Políticas igualdad, maternidad |
Teletrabajo | Teletrabajo |
Experiencia durante el proceso | Experiencia durante el proceso |
Salario fijo.
Si quieres te lo cuento en roman paladin, cuál es tu mínimo o cuál es tu imprescindible para vivir, si contestas a este punto, ya tendrás mucho ganado no sólo para elegir, sino también para inscribirte en ofertas concretas. Que la oferta no tenga tu salario deseado no es motivo para descartarla pero que no contenga tu mínimo es pegarse un tiro en el pie (si que estoy hoy prosaica y poco poética en mis metáforas).
Salario variable (objetivos y bonus).
Podemos llamarlo «los futuribles» y tienes que valorar qué porcentaje estás dispuesta/o a asumir. Pueden darse casos en los que tu variable sea un porcentaje mayor que tu salario fijo. Valora cómo encaja esta «flexibilidad» con tus necesidades cotidianas. El cuento de la lechera, nunca funciona (sigo con las metáforas a ras de suelo.
Tipo de contrato.
Temporal, formativo, indefinido, saber cómo va a ser tu incorporación inicial a la compañía. Si se contemplan otras figuras laborales como el interim (autónomo o contrato) o de forma freelance (autónomo de toda la vida del Señor). También es oportuno valorar el período de prueba estimado, que luego nos podemos llevar alguna «sorprecha».
Horas.
En estos tiempos, puede que percibas un salario menor por menos horas (tampoco te vengas arriba, son pocas) pero sí que en el cómputo anual, hagas un número inferior o que se contemple una jornada laboral de 4 días (las hay, las hay…)
Horario.
Hasta que la cosa cambie, por mucho que se preconice que no hay horarios y que el Covid ha venido para «refundar» el presentismo, valora cuál es tu horario ideal y cuál de las dos ofertas se ajusta más a lo pretendido. También si existe flexibilidad en la entrada y la salida o la posibilidad de agrupar el trabajo en días.
Desplazamientos.
¿Te desplazas actualmente? ¿Cuánto tiempo quieres pasar conduciendo o en transporte público? Piensa y evalúa, no sólo será el desplazamiento sino el tiempo adicional que vaa a emplear. («Se conoce» el caso de que alguien expuso como tiempo de trabajo desde que salía de su casa, visionarios que siempre ha habido).
Cambio de residencia.
En algunas ocasiones, determinados puestos conllevan un cambio de residencia. ¿Estás dispuesta/o a cambiar de residencia? ¿El resto de factores del puesto lo merecen? Por ello es tan importante como veremos después, que valores qué aspectos del trabajo son fundamentales para ti.
Viajes de trabajo.
Puede que seas de las personas a la que le guste viajar más que a George Clooney en Up in the air. (si te gusta viajar por el motivo que él lo hacía en la película, háztelo mirar…). Con la edad, o al menos mi experiencia con clientes senior, los viajes de trabajo se vuelven una carga tanto física como personal. Plantéate cuánto tiempo estás dispuesto a «ceder» y se eres del grupo «Vivo en un aeropuerto».
Plan de desarrollo y formación.
Esta es la panacea, pero haberlos, haylos… Por tanto, cuando te enfrentes a una entrevista de trabajo, valora cómo es su plan de desarrollo y si realmente está implementado.
En muchas entrevistas, te comentan el plan de formación y los pasos que has de cumplimentar en la empresa (Ja,ja, ja se oye de fondo)
Beneficios sociales.
Existen múltiples desde cheques guardería, descuentos en servicios, seguros de vida, servicios médicos… Este no suele ser un punto que descarte una empresa u otra, sino más bien un punto que añade valor a la oferta. Tener futbolín ya no está de moda por ser mainstream (qué daño me está haciendo la música indie).
Valores de la compañía.
Y no me refiero a los que se ponen en bonito en una web. Me refiero a los que has podido extraer durante la entrevista (recuerda que en la entrevista tú no sólo eres la persona a examinar). Muchos pueden extraerse de lo que te cuentan, e incluso de lo que intentan vender a toda costa, abre bien tus ojos y orejas, el secreto está en lo que no se dice o en lo que se oculta tras eufemismos (¿te suena algún ejemplo?).
Reputación de la empresa.
En línea con lo anterior, averigua si conoces a alguien en la misma. Qué se opina de la empresa en tu entorno y sino posees esta información páginas como Glassdoor e InfoJobs, sí InfoJobs pueden ofrecerte esta información.
Encaja con tus objetivos profesionales.
Eso de para atrás ni para coger impulso, quizá no sea del todo cierto. Replantearse si este es el paso que quiero dar (no sólo hay que hacerlo para ascender) es importante, no se trata de crecer hacia arriba, se puede «crecer» a lo largo (en la misma posición adquiriendo más competencias y/o experiencia) o «expandirse» (aprender en otras áreas o sectores).
Políticas de igualdad, maternidad…
Si te preguntan si te vas a quedar embarazada, responde ipso facto a su política de igualdad y maternidad (cuánta maldad en mis palabras…) Valora si este es un factor a tener en cuenta en tus decisiones profesionales. No se trata de que es lo mejor, sino de qué prefieres tú.
Teletrabajo.
El teletrabajo en tiempos de pandemia (versionando a García Márquez) Valora si es una posibilidad que te guste, si va a ser impuesto. Si existen otros modelos de trabajo como objetivos o proyectos, así como de qué medios van a dotarte para realizarlo.
Experiencia durante el proceso de selección.
No es muy certero dejar a la intuición la decisión de incorporarte a una u otra compañía pero hay entrevistas en las que determinadas actitudes (esperas largas, ausencias de feedback, trato durante la entrevista, entrevistas con dirección de la empresa…) que pueden inclinar la balanza hacia uno u otro lado.
3. Prioriza tus preferencias. VALORACIÓN.
ORDEN | ASPECTOS A VALORAR |
---|---|
Salario fijo | |
Salario variable | |
Tipo de contrato | |
Horas | |
Horario | |
Desplazamientos | |
Cambio de residencia | |
Viajes de trabajo | |
Plan de desarrollo y formación | |
Beneficios sociales | |
Valores de la compañía | |
Reputación de la compañía | |
Políticas igualdad, maternidad | |
Teletrabajo | |
Experiencia durante el proceso |
Ordena de mayor a menor tus prioridades y si no logras un orden al menos elige aquellos valores o preferencias que no son negociables para ti.
A la hora de organizar o priorizar no sólo influyen tus preferencias personales sino también tu entorno (o no, si eres un espíritu libre).
Y no, no es que no puedas tomar decisiones, pero valora que implican a nivel personal. Además de ofrecerte otro enfoque menos condicionado y otros aspectos a valorar.
4. Obtén la mejor versión y negociar aspectos de la oferta. NEGOCIACIÓN.
Puede que la oferta que más te guste tenga algunos aspectos que puedan ser negociados, averigua durante el proceso cuáles son los puntos inamovibles de la oferta.
Recuerda, todo no es negociable, no se trata de redecorar el puesto.
5. Rechaza una de las ofertas. ELECCIÓN.
No quiero extenderme más en este post te explico como hacerlo de tres maneras posibles.
¿Crees que me olvido de algo? ¿Te ha pasado algo similar? ¿Me lo cuentas?
Muchas gracias por este post, yo he tenido en ocasiones varias ofertas de empleo y siempre he estado dudosa respecto a mi elección. Ahora espero poder elegir mucho mejor. Un saludo.