El secreto del talento.
El otro día, mientras hacía unas compras en un lugar donde conozco al personal, la dependienta nos comentó que le parecía alucinante (pongo en antecedentes, a su empresa la ha comprado una multinacional, y a pesar de doblar las ventas, van a despedir a varios) sigo, que le parecía que «con la que está cayendo…» proliferen en nuestra televisión programas sobre el lujo, la buena vida, las mega-casas… suena obsceno. Pues algo parecido me pasa a mi con el talento, el éxito y el esfuerzo.
Si alguien se da un paseo por librerías especializadas en management, alta dirección, recursos humanos, empresa, habilidades directivas, etc. proliferan los libros en torno a: «Conviértase en una persona exitosa en 5 cinco días, El secreto del éxito, Cómo ser exitoso y no morir en el intento»… pero poco o nada se habla del esfuerzo, todavía no hay una corriente, cultura o pensamiento en pos del mismo o quizá sea demoré. Hay toda una serie de herramientas, charlatanes, vendehumos y palabrería en torno al éxito, pero poco o nada se dice del esfuerzo. Baste como muestra nuestro país, en el que se sustituye una cadena de noticias por un reality show; sobran las palabras.
Pero volviendo al tema, sin dar rodeos (cosa que me va a costar), mucho me temo que el tan ansiado y anhelado talento que pugnan por lograr los/as headhunters, técnicas/os de selección, consultoras y empresas no se logrará si no se propicia un cambio de mentalidad, de tendencias, de valores, dónde lo importante no es el éxito, considerando éste como una cualidad única y divina reservada a la gracia de unos pocos, sino que lo valorable es el esfuerzo. El luchar, el hacer, el saber, en resumen es el camino, no el fin. Debe ser por eso, que Alemania en previsión de un crecimiento futuro recluta a jóvenes cualificados españoles, otra muestra más de nuestra envidiable gestión del talento, aquello de: «que inventen ellos…» (siempre habrá quien te diga que están sobrecualificados…)
¿Cabe preguntarse que si una persona no es considerada exitosa, puede no considerarse válida?
¿Todos aquellas personas exitosas hacen bien su trabajo?
¿Podrá considerarse algún día el esfuerzo como valor en sí mismo y no un fin para el éxito?
¿Deberíamos entrenar el esfuerzo?
Y si añadimos estas consideraciones de éxito al campo de los emprendedores, sólo aquellos que tienen éxito son los llamados a «elegir la gloria» o; ¿realmente perdemos valor y talento al no tener en cuenta el esfuerzo y sacrificio que llevaron a cabo? (Esto daría para algo más que un post). Curiosamente valoramos en demasía el éxito, denostando el fracaso y el esfuerzo como parámetros inútiles en la detección del talento de las personas, obviando el tesón, la resistencia, la tolerancia a la frustración y otras muchas variables nada desdeñables en el desempeño de las personas.
El éxito, o más bien, la definición de éxito «estereotipada» y vendida hasta la saciedad es flor de un día. Creamos, alimentamos la cultura del éxito, de la «megavisibilidad» en pos de otros valores poco apreciados… La cruzada del esfuerzo, es una batalla perdida de antemano, baste con preguntarles a muchos niños/as y adolescentes sobre qué quieren ser de mayores.
En pos de ese éxito quedan sepultados muchos profesionales que se dedican a trabajar, a investigar, a estudiar sin nada de autobombo, palabrería ni pedantería. Sólo con una única misión, su esfuerzo para llegar a su pasión.
En la película «El Secreto de sus Ojos» de Campanella, el protagonista (Ricardo Darín) obtiene una interesante de reflexión de su compañero de juzgado(el imponente Guillermo Francella): «todo el mundo tiene una pasión, la pasión es lo único que una persona no abandona». Extrapolando esta estupenda reflexión al talento deberíamos centrarnos en las pasiones que mueven a las personas, en el esfuerzo que gobierna su vida y no en el éxito efímero, puntual, que puede llevarnos a error.
Hola, precisamente estaba dedicándome a ese menester, que como bien dices, ha caído en desuso: el esfuerzo, cuando he tropezado gustosamente con tu artículo.
Desgraciadamente, la base de que existan esos libros, y lo peor ¡que se compren pensando que el éxito vale 15 o 20 euros y te lo lees en una semana! es la bajísima educación.
Según comentaba Manuel Castells en una entrevista hace un par de años: «Que un 55% de los adultos no haya completado en España la educación secundaria, ésa es la verdadera brecha digital»
Se refería a Internet pero vale para cualquier ámbito. Si no tenemos una sociedad mínimamente formada, creen que el éxito se logra con un chasquido, nos invaden con programas-en mi opinión pésimos- donde cuatro privilegiados, bañándose en su ego, nos muestran sus lujosas casas, ¿qué esperamos que piense la gente? ¡yo también quiero eso!
Pero, ojo, sin esfuerzo, porque lo que nos venden es el resultado final.
Este tema daría para mucho más pero es demasiado tarde, tengo demasiado sueño y mereces una reflexión más elaborada. Buen artículo.
Rechazamos el esfuerzo porque significa sacrificio, dedicación y esto comporta tiempo. La tendencia de la juventud es disminuir el esfuerzo, esto se nota en las universidades, los profesores opinan que cada vez más los alumnos se esfuerzan menos y el nivel universitario baja en comparación a decadas anteriores. Con esto quiero decir que los profesionales de hoy que son estos universitarios que han sacado una carrera con menos esfuerzo y menos horas de estudio, ésto se reflejará en la actitud ante una empresa.
En mi opinión o en mi experiencia es que si lo que hacemos nos gusta este esfuerzo es mucho más llevadero, no nos resulta tan duro porque disfrutamos trabajando. Por esto yo siempre me baso que si conseguimos trabajar a gusto, satisfechos de lo que hacemos, el «Exito» vendrá sin buscarlo.