¿Cómo buscar empleo en secreto en LinkedIn? Es una de las preguntas más repetidas en much@s de mis clientes. Casi siempre suelen personas que se encuentran trabajando, la mayoría en puestos ejecutivos y de alta dirección. Eso dificulta mucho cualquier movimiento público en la red. ¿Entonces no puedo buscar?, ¿cómo lo hago?, ¿cómo tengo un buen perfil para que atraiga?.
Pues… es un secreto, pero ahí van algunos truquillos para que puedas «maniobrar».
1. Tengo que actualizar y mejorar mi perfil…
Hasta aquí todo bien, pero cómo lo hago para que nadie vea que estoy trasteando y redecorando mi «morada» en LinkedIn.
Y no, tener un perfil privado, «not found». Tener un perfil privado significa que no indexarán (mostrarán) tu perfil; y por tanto, no aparecerás en las búsquedas de los reclutador@s mediante LinkedIn Recruiter. Toma nota y hazte amigo de tu mejor apartado en esta red: Privacidad.
Para comenzar, tendrás que ir al apartado de Privacidad, dentro de tu cuenta y pinchar en la pestaña de «Cómo ven los demás mi actividad».
Dentro del mismo podrás encontrar estas opciones:
- Opciones de visualización de perfil. Es la forma en la que pueden ver otros cuando visitas su perfil: nombre y titular, características de perfil privado, modo privado…
- Opciones de visualización de tus historia. Es similar al anterior, pero cuando ves las historias de tus contactos para ver si ellos/ellas pueden ver que los has visitado.
- Gestionar tu estado. Tienes todo un post entero explicándotelo, el famoso puntito verde…
- Compartir los cambios de empleo o estudios y aniversarios laborales desde tu perfil. Blanco y en botella, cada vez que hay un cambio en tu perfil se notifica a tu red de contactos, en este caso mantenlo en privado, salvo que quieras que salgan los consabidos banners de celebración.
- Notificar a tus contactos cuando aparezcas en las noticias. Cuando te mencionan en otras publicaciones.
- Menciones o etiquetas de otras personas. Cuando te etiquetan en alguna foto o post de otra persona u organización.
Lo importante es mantener tu actividad privada para evitar que vean movimientos o comentarios extraños que pongan sobre la pista a tu responsable o a tu empresa, aunque no serán del todo privados cuando publiques contenido o interactúas. Por tanto, interactúa, pero con cabeza y sin dejar entrever tu situación (o tu desesperación).
2. Evita las palabras malditas.
Ni que decir tiene que no escribas ni en tu titular, ni en tu extracto expresiones o eufemismos como «buscando un nuevo proyecto», «abierto a nuevos retos», «buscando oportunidades», …
Tampoco lo hagas si haces una actualización o un post… que os veo venir.
3. Hazte un perfil investigando a los mejores.
Investigar a otros puede poner sobreaviso a la competencia y al área donde trabajo, que nos conocemos todos y el mundo es un pañuelo XXS. No debes renunciar a ver perfiles similares y extraer de ellos lo mejor de su potencial: grupos, formación, experiencia, contactos… siempre manteniendo el perfil en modo privado.
Sin embargo, todo «acto delictivo» tiene sus consecuencias y de la misma forma que te dedicas a «cacharrear» por perfiles ajenos, «San LinkedIn se reserva el derecho» a mostrarte quién ve tu perfil…salvo que seas un perfil PREMIUM. Por lo tanto, luego vuelve a perfil en modo público, para ver el «cotilleo» a vuelto en forma de visita a tu perfil.
4. Completa tu perfil poco a poco…
A ver, que no nos enteramos, que pasamos de tener el perfil en fase de «confinamiento y estado de alarma» durante meses y años y en unos días lo tenemos «alicatado y para entrar a vivir».
Planifícalo poco a poco y con tranquilidad, que se nota. Introduce tus puestos, no te vengas arriba con un resumen o extracto de bombo y platillo, discreción.
5. No hables en pasado.
Ni de tu empresa, ni de lo que hacías, haces, repites, haces y estás haciendo. El inconsciente juega muy malas pasadas y las mentes perversas de tu empresa están al acecho, así como los pesad@s de RR. HH. que tienen en LinkedIn su segunda residencia.
6. Cuidado con tus intereses.
Sí, tus interes. Es el apartado que está en último lugar. Aparecen 3 categorías:
- Empresas a las que sigues. Puede ser porque hayas elegido seguirlas, o bien, porque por defecto cada vez que haces un contacto te sugiere seguir a su empresa, imagínate si sólo estás siguiendo a contactos de empresas de RR. HH, o reclutamiento, todo un alarde de exhibicionismo.
- Grupos a los que perteneces. Si tu lista se centra en grupos como «Búsqueda de empleo en tiempos del coronavirus», «Me cambio de trabajo ya…» pues como que mucho lugar a la imaginación de tu jef@ o de tu empresa. Por otro lado, aunque los grupos sólo son para sus miembros, evita hacer comentarios en post o historias contando tu o dejando entrever situación actual.
Pero no voy a ser mala… hay una opción para que los demás no vean tus grupos. Tienes que ir a la pestaña de grupos de tu perfil y verás un listado de los grupos a los que perteneces, pincha sobre ellos y elige si pueden verses o no en tu perfil. Marca no.
- Universidades. No relevante.
7. Contactos en privado.
Mucho mejor y si es posible, intenta mantener una comunicación fuera de la red a través de tu teléfono o e-mail personal. Sobre qué y cómo decir, aquí tienes algunas ideas para contactar. Recuerda, que debes mantener la actividad de tu perfil oculta, sino va a parecer una presentación en sociedad en toda regla.
8. ¿Y si me preguntan?.
Puede que a pesar de que haya tomado todas las precauciones puedan preguntarme, por suerte, ya son muchas las empresas que tienen presencia en LinkedIn y siempre se puede argumentar (todas las respuestas no puedo dártelas, pero me sé alguna).
Un dicho popular dice: «pasitos cortos y asentados». Más claro no puedo contártelo.