Me acaban de llamar para una entrevista, me dice una cliente que quiere prepararla para la próxima vez. Ante el clima de desesperación y en muchos casos de búsqueda infructuosa, el hecho de que nos llamen para una entrevista constituye todo un acontecimiento en nuestras vidas. ¡Albricias! ha llegado el momento, pero antes de empezar a bailar y gritar como si no hubiera un mañana, deberías tener en cuenta algunas consideraciones y no perder los nervios (es muy importante que ejercites tu escucha activa y no te dejes dominar por la tensión/presión).
Si te llaman y no puedes atender al reclutador/a.
En algunas ocasiones la llamada para una entrevista nos pilla desprevenidos/as, en nuestro puesto de trabajo actual, conduciendo, en un entorno con ruido… Sería conveniente que, si consideramos que no vamos a poder hablar con tranquilidad, emplacemos la llamada para otro momento, pero ¡OJO!, olvídate de frases como llámame luego, mejor me llamas de 11 a 12… Nada como un/a candidato/a que trata a un/a seleccionador/a como un/a secretario/a (de todo hay en la viña del señor). Tenemos que ponernos a su disposición, comentarles si podemos llamarle al teléfono que nos aparece, y en qué horario, explicar las razones de no poder atenderle en este momento, se trata de que llames tu, no de volver hacerle llamar; salvo que la persona que nos llama indique lo contrario.
Coge papel y boli.
No sería el primero/a que con la euforía dice que si a todo y una vez se le pasa el «subidón», no sabe ni quién ni el lugar dónde va a tener dicha entrevista. Unido a lo anterior, sería conveniente que tengas a mano un lugar para tomar anotaciones, a ser posible no lo hagas con el manos libres y en el teléfono…
Identifica el puesto.
Sabes aquello de: «me inscribo en tantas ofertas que ya ni me acuerdo», esto puntúa mil en la escala de motivación. Mejor escuchar y sino lo has entendido, porque a veces las consultoras hablamos muy rápido, pide por favor, que te repitan, te dará tiempo a escuchar quién y para qué puesto.
Pregunta quién es la persona que va a entrevistarte presencialmente.
Nuevo no es que la persona a entrevistar llegase al lugar de la entrevista sin saber por quién preguntar (aunque debería ser práctica enviar una convocatoria no siempre se hace), o le espete a la persona de recepción o secretaría: yo venía a una entrevista aquí… Si te toca una ETT con más de 15 personas haciendo procesos puede ser muy divertido.
Solicita un teléfono.
Coches que tienen un percance, candidatos que se pierden, imprevistos «infantiles», razones personales… Nada como tener un teléfono de contacto para avisar de nuestro retraso o cancelación de la cita… Más de uno/a se volvió estatua de sal esperando (esto me suena) y mejor explicar que no aparecer (esto también me resulta familiar,ay, el ghosting).
Confirma la dirección y pregunta.
Muchas/os entrevistadas/os por miedo a preguntar anotan incorrectamente la dirección o simplemente no comprueban lo expuesto por el entrevistador. Otros por vergüenza o por atolondramiento admiten conocer el sitio aún sin haber pisado la ciudad nunca… Mejor preguntar por lo que no se sabe que ir de listillo/a y aparecer en otro lugar. Lo de indicar al entrevistador que te mande un mapa o una ubicación, lo dejamos para otro post (al día con las nuevas prácticas).
Si no puedes acudir a la entrevista por un compromiso ineludible.
Cuando la entrevista coincide con otra actividad explica por qué no puedes acudir, no sería el primero/a que espeta un bonito, es muy temprano o me viene mal porque me coincide con «el spinning» (respuestas hay para todos los gustos y también se podría escribir un libro)
Información o documentación adicional.
Comenta al entrevistador si va a necesitar tu CV o cualquier otro documento que estime oportuno (por si acaso llévate siempre el kit de fiesta).
Cuida el tono en la entrevista.
Es muy importante la primera impresión, en este caso acústica, que recibe la persona que te llama, sonríe, pero cuidado con la risa nerviosa, causa un mal efecto; evita el tono lastimero o de agradecimiento pelotillero (aún no te han contratado) y sobre todo, no grites.
Agradece la llamada.
Da las gracias por haberte llamado y expresa tu satisfacción por mantener un encuentro con ellos. Puedes aprovechar para repasar en última instancia todos los datos sobre la entrevista y la persona que te entrevista.
¿Añadimos algo más a esta lista? ¿Cómo es tu experiencia al teléfono?