¿Cuántas páginas debe tener mi CV? ¿Cómo de largo ha de ser mi CV? Son las típicas preguntas que todos/as nos hicimos la primera vez que nos enfrentamos a la realización de un CV.
Vamos a ir respondiendo:
¿Cuántas páginas en un CV?
Una página, dos, depende, todo lo que tu quieras para expresar tu trayectoria.
Esto es un problema de tiempo, pero tampoco es una verdad irrefutable. Lo lógico es que puedas condensar en dos páginas tu trayectoria profesional y en el mejor de los casos en una. No obstante, tener tres páginas no es sinónimo de que tu CV no valga, sino que la información contenida en último lugar no será leída, ni «atendida» como la de tu página de inicio.
La brevedad es una norma fundamental, realicemos una regla de tres sencilla, un proceso «normalito» con 200 currículo y una media de 2 páginas, daría:
CV ►1 página
200 CV ►400 páginas
Hay libros con menos «enjundia», recuerda, quien lee los CV es una persona, no un disco duro, por tanto, asegurate de que no va a tener que «desbrozar» la información.
En resumen, una o dos páginas.
«Lo último en un CV será lo primero».
La primera página de tu CV será lo primero que «ojee» un/a técnico de selección por tanto, ha de ser como la primera página de un periódico, si me permites la comparación, es decir, debe contener la información más relevante para que resulte atractivo seguir.
Asegúrate de que en primer lugar pones la información que se requiere para el puesto, no incluyas listados de cursos de formación en una primera página y dejes tu experiencia para las dos siguientes, cuando tu experiencia, por ejemplo, puede ser tu mejor baza.
Recuerda, en función del puesto y de tu propio perfil debes incluir los datos más relevantes, los que te hacen estar en la primera posición de salida.
Horror vacui en tu CV.
Suele pasar en los CV con menos experiencia, con poco ajuste al puesto al que optan. El horror vacui, ese miedo al vacío, suele abigarrar y desdibujar muchos CV, añadir todo lo que se pueda, «sin dejar respirar» al currículum y por ende, llenarlo de información sin sentido puede ser tu peor aliado, no sólo por contribuir a una mayor extensión, sino también por contribuir a la confusión y perder el enfoque en aspectos relevantes.
También por un extraño exceso de reducción, se cometen «crímenes estéticos» atroces.
La sobreinformación será el peor enemigo de tu CV.
Demasiada información y normalmente se produce en apartados muy concretos como la «ristra» de cursos, seminarios, ponencias, jornadas, «happenines» a los que asiste el candidato/a. ¿De qué me sirve enumerar 200 cursos de 10 horas?
Otro de los errores con la sobreinformación es añadir hasta el primer trabajo que hiciste en la universidad, aunque ya lleves 20 años como profesional. En su momento, añadir los primeros trabajos para CV con poca experiencia es relevante, pero cuando no aportan ni dicen mucho más, es mejor quitarlos.
Otra sobreinformación es la referida a los hobbies y otros datos, en este apartado cabe todo, desde un sinfín de aficiones que poco aportan, hasta «minialegatos» de lo bueno/a y estupendo que soy.
Más información inoportuna, es el enumerar competencias y habilidades sin ton ni son, en el top ten de las mismas, persona responsable y capacidad de trabajo en equipo. (vaya por delante mi especial cruzada por encontrar a alguien que esgrima las competencias contrarias)
Tus datos y fotografía no deben ocupar más de dos terceras partes de tu CV.
Nombre:; apellido:; y así con todas las categorías posibles. Y si además, malgastamos un renglón para cada una de ellas, nos hemos «comido» más de un tercio de nuestra primera página en información muy relevante (modo ironía on) para el puesto.
Siempre la cosa puede ir a peor y en los excesos de megalomanía, emplear un WordArt para poner tu nombre, al que sólo le falta centellear, y una foto tamaño estratosférico para que se acuerden de tu cara.
Lo dicho piensa como en un periódico, te imaginas que en el mismo el nombre de cabecera ocupara más de un tercio, donde irían todas las noticias. Tus datos personales no creo que sean lo más importante de tu CV, aunque no debes olvidarlos.
No tener un CV Total te hará perder mucho tiempo.
Una de las claves para enfocar e incluir la información relevante en un CV, es tener un CV general o total. ¿Qué quiere decir esto? Que debes tener un documento donde aparezca detallada toda tu experiencia y formación, aquí si que no importa el tamaño.
¿Por qué me va a ayudar esto? Porque será una bases de datos importante para poder seleccionar la información más importante en relación con el puesto al que optas.
No tener esto, o emplear el CV total como la base y «achicar» hasta que encaje puede provocar que la información relevante se pierda o se confunda.
Emplea frases cortas y sé breve.
Os pondré un ejemplo (ficticio…)
Octubre de 2002 – Junio de 2008. Licenciado en Medicina. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid.
Podría verse así:
10.2002- 07.2008 Licenciado Medicina. Univ. Autónoma Madrid.
Pues tu eliges. Se puede decir lo mismo, con frases cortas y breves.
Otro ejemplo:
Siendo miembro del equipo de producción, contribuí a reducir los costes de las plantas de Madrid, Londres, Viena, Estocolmo.
Ó
Reducción de costes de las plantas en Europa, como técnico en el equipo de producción.
Más cosas que no ayudan a reducir las páginas en tu CV:
- Repetir la palabra función en cada puesto
- No agrupar experiencias, y relatar una y otra vez el mismo puesto con las mismas funciones
- Ser «circunstancialistas» y perderme en descripciones que nada aportan, no se trata de convertirse en Tolkien
- No emplear verbos de acción
Pasarnos con la «decoración».
La teoría de destacar, sobresalir y diferenciarse nos está haciendo perder el foco en el formato de los CV. Si te empeñas en introducir múltiples líneas, colores, viñetas, tamaños de letras, repetir en cada puesto la palabra función, acabarás dejando la información en un segundo plano, además de conseguir más espacio para explicar lo realmente importante.
Ocupar más de dos renglones con el grosor de líneas o subrayados, nos hace perder un espacio valiosísimo y nada aporta a tu candidatura.
Por tanto, cuidar el formato sí, pero la simpleza será nuestra mejor aliada en pos de que la información quede a la vista y de que no sobrepasemos el tamaño de nuestros CV.
A más edad, ¿más páginas en tu CV?
Se espera que los candidatos con más años de experiencia tengan una longitud mayor, pero eso no da vía libre para escribir biografías profesionales sin fin. Deberías centrarte en las experiencias más relevante, para ganar espacio puedes hacer un CV funcional o por competencias.
Lo dicho, el CV total será una herramienta imprescindible.
Trucos de diseño en tu CV.
Siempre hay algún avispado/a que reduce el tamaño de las fuentes hasta niveles liliputienses. Menos de 10 puntos es querer conducir a la persona que lo leen a una miopía galopante. No se trata de «meter todo a piñón» sino de seleccionar.
Otro de los trucos más empleados es el «sin margen», esto está muy bien, aprovechando al límite. Si lo que quieres es que se extraiga tu capacidad de ahorro, genial.
Recuerda que existe el factor tiempo en selección.
Cuando la gente lee en los artículos que la persona que selecciona tiene muy poco tiempo, en ocasiones se deduce que no les damos la importancia que debieran (en su versión benévola, en la cruel no dicen de todo).
No es así, en ocasiones, hay que cubrir vacantes en poco tiempo, los procesos de selección cuestan dinero, tienen un tiempo limitado y otros muchos factores que hacen que la lectura de los mismos se haga de forma rápida y buscando los elementos o funciones que clave que necesitamos.
Para finalizar, necesitas que tu CV sea breve, que la información se vea de un sólo vistazo, que sea legible, que sea limpio y con espacio, además de que todo debe estar ordenado y orientado para el puesta.
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