Si ya estamos en septiembre, algunos con el síndrome postvacacional y en sus propósitos de año «escolar» llega la pregunta del millón en muchos: por qué mi currículum no funciona, he enviado cientos de ellos (esto también tiene que ver con la falta de planificación y el «archiconocido» síndrome de Infojobs o síndrome de incontinencia laboral…) y nadie me responde, no me llama nadie, pues bienvenidos, veamos con más detenimiento qué hace que tu historial profesional tenga menos éxito que otros.
La primera impresión es la que cuenta.
Y no, no es un anuncio de Brumel, tu CV debe sobresalir de la montaña, o del montón de archivos que pueblan las carpetas, software y almacenamiento de candidaturas que tiene un selecionador/a por tanto piensa muy mucho qué quieres contar, se hace imprescindible que tengas un CV total y de ahí pases a elaborar uno adaptado.
Estúdiate la oferta.
Qué manía con disparar a todo lo que se mueve con el mismo CV, si tu perfil tiene varias caras, es decir, que puedes aplicar a distintas posiciones, oriéntalo a cada una de ellas y habla el mismo lenguaje de quién publica la oferta. Todo no vale para todo, poniendo un símil culinario, digamos que en una ensalada cabe cualquier ingrediente, pero la inclusión de demasiados pues ocultar el sabor del ingrediente principal. Piensa en términos de cuál es tu ingrediente principal y poténcialo.
Organización y diseño.
Si en repetidas ocasiones has escuchado que un/a técnico/a de selección emplea más de 10 sgs. en mirar tu CV por qué te empeñas en abigarrarlo de datos y «ornamentarlo» con excesivas mayúsculas, cursivas, negritas, colorines, logos y enlaces varios.
Existe una cosa llamada espacios, tabulaciones, párrafos que te ayudarán a que tu CV destaque no aparezca como una amalgama de datos. Por otro lado, si la primera página va a marcar la pauta y ser la llave para pasar a la segunda (en caso de que la haya) introduce los datos más relevantes en ella y aquellos que sean de interés para el proceso de selección, no me cuentes que has cursado estudios primarios si has terminado una carrera, salvo que seas superdotado/a…
Dos consejos: imprimir tu CV te dará una visión distinta y podrás comprobar cómo se ven los datos más importantes y emplear un diseño sencillo, te ayudarán.
Me faltan datos y objetivos.
En un CV no deberían faltar estos apartados:
- Datos personales (no te pases incluyendo datos que no son necesarios)
- Perfil profesional y objetivo
- Experiencia (funciones y logros)
- Formación (la imprescindible)
- Idiomas
- Programas y aplicaciones informáticas
El orden de los mismos dependerá del puesto, de la experiencia del candidato/a y de cuáles son sus puntos fuertes. No lo emplees como una guía fija. Cuida muy, muy mucho de que tus datos de contacto estén bien, no sería el primero/a que introduce su email o su teléfono mal.
Perfiles profesionales que parecen una declaración de «buenismo».
Soy una persona trabajadora, me adapto a todas las situaciones, no he tenido ningún problema nunca… ¡Pero bueno!, es que alguien en su sano juicio me va a poner que es un vago/a redomado/a, un instigador/a u otras apreciaciones negativas, no quiero que me cuentes cómo eres de estupendo/a sino quién eres, profesionalmente hablando, qué sabes hacer y además qué puedes hacer por la empresa a la que envías tu CV.
Novelar tu CV.
Es curioso cómo muchos dicen que las redes sociales hacen que la gente escriba menos y sea más sintética y yo no pare de encontrarme «CV-Novelas» (nuevo término para el glosario de los «desmanes») contándome con pelos y señales como si de una redacción de primaria cuál ha sido tu trabajo, eso, eso no te va a ayudar.
Oraciones cortas, párrafos cortos, verbos de acción, logros cuantificados, síntesis en definitiva, te has preguntado que si le cuentas todo, ¿qué vas a dejar para la entrevista?.
Puestos fantasma.
Existe en el polo opuesto a los «CV-Novelas» aquellos que sólo incluyen el nombre del puesto y tú tienes que averiguar, cual medium, qué hacía, porque se ve que para muchos los de RR.HH. deben tener conocimiento ilimitado de todos los puestos y de todas las empresas del «mundo mundial».
Faltas de ortografía.
Sin comentarios, creo que ya sabemos todos por qué.
CV fósil.
No se trata de hacer un CV sino de tener una base sobre la que extraer modelos y adaptarlos a cada oferta en cuestión. Mejorarlo con las nuevas experiencias profesionales y formación. Que tu CV sea visto por expertos o profesionales del sector también te ayudará a mejorar y encauzar tu hoja de vida hacia las posiciones que deseas.
Esa foto.
Si esa foto, justamente acabo de terminar un CV en el que la foto daban ganas de gritar (sin ironía): «esa foto como mola, se merece una ola».
Nos gastamos dinero en las más insustanciales cosas y para nuestro CV recortamos fotos de boda, porque se ve que es la que teníamos con traje, fotos de vacaciones… Usa una buena foto, no tengo más que añadir.
CV con mochilas.
Algunos/as en un alarde de uso de Adobe, crean un bonito .pdf en el que no sólo incluyen su CV sino también su carta y además las cartas de presentación. Todo ello conformando un bonito documento de 10 páginas que no sirve.
Pensar que eres César en Astérix.
Es decir, escribir en tercera persona, en algunos casos llega a resultar pedante y un tanto engreído: «María es una excelente comunicadora y ha sabido…»
Feliz vuelta al cole 😉 (desde el cariño).